Lengua de color rojo:
En pacientes con cirrosis hepática descompensada la lengua se torna lisa, brillante, como barnizada.
Lengua con tinte ictérico:
Se presenta en pacientes con afecciones hepatobiliopancreáticas, donde existe alteración de la conjugación y la excreción intrahepática y extrahepática de la bilirrubina.
Lengua seca:
Se presenta en pacientes con síndrome diarreico agudo y deshidratación, en los cuales la lengua adquiere aspecto de estar tostada, pegajosa. Comienza en el centro y se extiende a toda la superficie en los extremos.
Lengua geográfica:
Su etiología es desconocida, de carácter benigno y de fácil diagnóstico. Se observa con gran frecuencia en pacientes con gastroenteritis crónica y enfermedades hepatobiliares.
Lengua descamada:
Se aprecia en pacientes con gastroenteritis agudas de etiologías diversas; por ejemplo, en la infección por Salmonella typhi (fiebre tifoidea) y Shigella (shigelosis), la lengua se torna lisa, carnosa (rojo irritado) con prominencia marcada de las papilas fungiformes, lo cual obedece al propio proceso infeccioso.
Lengua saburral:
Este tipo de lengua se observa en pacientes con síndrome dispéptico, gastritis crónicas con hipoclorhidria, síndrome pilórico, constipación crónica y el síndrome de intestino irritable.
Lengua vellosa negra:
Ocurre cuando existe una infección por ciertos hongos o bacteria.
Lengua lisa:
Puede vincularse con anemia perniciosa, anemia ferropénica, pelagra o sífilis; puede acompañarse de una sensación de ardor y dolor; puede ser expresión de candidosis eritematosa que mejora con antimicóticos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario